Estancia Cóndor, Santa Cruz
puesto de ovejero, 1935
Cuando las distancias en las estancias
eran muy grandes, los ovejeros estaban obligados a vivir aislados,
cerca de sus rebaños. Era una vida dura, especialmente
para los solteros, con solo la compañía de su caballo
y sus perros, que requería un alto grado de autosuficiencia.
Más tarde, cuando "llegó la radio", los
« Mensajes para el Campo » llegaron a ser populares
para enviar información, saludos e instrucciones a estos
abnegados trabajadores. [Más sobre la
vida del ovejero, en
inglés]